Diferencias reales y cómo convertirlas en acciones efectivas
Serie: Fundamentos de la Planeación Estratégica – Día 4
En el cuarto día de la planeación estratégica damos un paso decisivo: pasamos de los objetivos (lo que queremos lograr) a las estrategias y tácticas (cómo lo vamos a lograr). Este suele ser el momento más confuso para empresarios y equipos porque, aunque se usan con frecuencia, los conceptos de estrategia y táctica se mezclan, se intercalan o se confunden.
La claridad en estos dos niveles de acción es crucial para que los objetivos estratégicos definidos el día anterior no se conviertan en simples declaraciones aspiracionales. Sin estrategias claras, los objetivos no tienen ruta; sin tácticas efectivas, las estrategias se quedan en teoría.
Por eso, el Día 4 tiene como misión comprender estas diferencias y enseñarte a traducirlas en acciones concretas, medibles y realizables dentro de tu empresa.

1. ¿Qué es una estrategia y qué es una táctica? La explicación clara y sin complicaciones
Estrategia = el camino
La estrategia es la gran decisión que define cómo vas a lograr un objetivo.
Es un enfoque, una forma de competir, una dirección clara.
Ejemplos:
- Diferenciarnos por calidad premium
- Ser líderes en servicio al cliente
- Apostar por innovación continua
- Expandirnos a nuevos canales de venta
- Aumentar la retención con programas de lealtad
La estrategia responde a la pregunta:
¿Qué enfoque adoptaremos para lograr el objetivo?
Tácticas = las acciones específicas
Las tácticas son los pasos concretos, visibles y operativos que ejecutan la estrategia.
Ejemplos:
- Implementar un CRM
- Crear un equipo de servicio al cliente 24/7
- Lanzar una campaña digital
- Ofrecer descuentos a clientes recurrentes
- Incorporar automatizaciones
La táctica responde a la pregunta:
¿Qué acciones específicas ejecutaremos para implementar la estrategia?
2. Una metáfora perfecta: ajedrez
- Estrategia: la forma en que planeas ganar la partida. Qué piezas proteger, cómo controlar el centro, cuándo atacar.
- Tácticas: los movimientos concretos: mover un caballo, sacrificar un alfil, hacer un enroque.
Sin estrategia, los movimientos parecen aleatorios.
Sin tácticas, la estrategia carece de encarnación.

3. ¿Por qué tantas empresas fracasan aquí?
Hay tres grandes errores:
Error 1: Confundir estrategia con deseo
“Queremos ser líderes.”
“Queremos crecer.”
“Queremos posicionarnos.”
Nada de eso es estrategia.
Son aspiraciones sin enfoque.
Error 2: Enumerar tácticas sin rumbo
“Vamos a hacer redes sociales.”
“Vamos a contratar vendedores.”
“Vamos a mejorar la página web.”
¿Para qué? ¿Para qué objetivo? ¿Con qué estrategia?
Esto produce desgaste, dispersión y desmotivación.
Error 3: Elegir demasiadas estrategias
Si todo es estratégico, nada lo es.
Una empresa con 10 estrategias no tiene estrategia; tiene caos.
4. Cómo pasar de objetivos estratégicos a estrategias claras
Sigamos un ejemplo.
Objetivo estratégico (Día 3):
Incrementar las ventas en un 20% en los próximos 12 meses.
Podemos llegar ahí por muchas rutas, pero debemos elegir UNA o DOS estrategias principales.
Posibles estrategias:
- Diferenciarnos por un servicio superior
- Entrar a un nuevo segmento de mercado
- Lanzar un nuevo producto
- Optimizar el embudo de conversión
- Ampliar nuestra presencia digital
- Mejorar la retención y recompra de clientes
La clave es elegir la que tenga mayor probabilidad de éxito según el diagnóstico del Día 1.
En este caso vamos a elegir:
Estrategia 1: Fortalecer la captación digital.
Estrategia 2: Aumentar la retención y recompra.
5. Cómo convertir una estrategia en tácticas accionables
Ahora traducimos cada estrategia en tácticas concretas:
Para la Estrategia 1: Fortalecer la captación digital
Tácticas:
- Optimizar el sitio web para conversión
- Implementar campañas pagadas (Google Ads, Meta Ads)
- Crear contenidos con intención comercial
- Mejorar el SEO
- Implementar formularios automáticos con seguimiento
- Iniciar alianzas con influencers locales
Para la Estrategia 2: Aumentar la retención y recompra
Tácticas:
- Crear un programa de lealtad
- Automatizar correos de seguimiento
- Enviar promociones personalizadas según comportamiento
- Implementar un CRM
- Entrenar al equipo en servicio postventa
- Realizar encuestas periódicas de satisfacción
Aquí ya podemos ver el puente completo:
Objetivo → Estrategias → Tácticas → KPIs
Este encadenamiento es la base del éxito en la ejecución.

6. El modelo “ETP”: Estrategia – Tácticas – Proyectos
Para simplificarlo en una plantilla estructurada:
1. Estrategia
Una decisión de alto nivel.
2. Tácticas
Acciones específicas que dan vida a la estrategia.
3. Proyectos
Listado detallado de tareas concretas para cada táctica.
Ejemplo:
Estrategia:
Optimizar el embudo digital para incrementar conversiones.
Táctica 1:
Mejorar la página de inicio.
Proyecto:
Rediseñar la página, reescribir textos, incluir testimonios, mejorar carga.
Táctica 2:
Campañas de remarketing.
Proyecto:
Diseñar anuncios, crear audiencias, configurar pixel, programar automatizaciones.
Cuando el modelo está completo, ya no existe confusión entre ideas, acciones y tareas.
Todo está en orden.
7. Cómo elegir estrategias sin caer en exceso
Una pyme debe elegir entre 1 y 3 estrategias.
Más de eso diluye recursos, energía y tiempo.
Para elegir, hazte estas preguntas:
- ¿Qué estrategia tiene mayor impacto en el corto y mediano plazo?
- ¿Cuál es coherente con nuestra misión y visión?
- ¿Cuál está respaldada por datos reales?
- ¿Tenemos recursos para ejecutarla?
- ¿Es posible monitorear su avance?
Si una estrategia no pasa este filtro, no es estrategia.
Es deseo.
8. ¿Conviene trabajar con un consultor en esta fase?
Este día es uno de los puntos donde más valor aporta un consultor externo porque:
- Facilita decisiones difíciles
- Retira el sesgo interno
- Aporta experiencia comparativa
- Ayuda a priorizar
- Evita la dispersión
- Aclara lo verdaderamente estratégico
- Aterriza las cosas en acciones reales
- Mejora los tiempos de ejecución
Además, un consultor evita uno de los errores más comunes:
convertir estrategias en listas de deseos sin impacto real.

9. Cómo validar que tus estrategias y tácticas son efectivas
Usa este checklist:
- ¿La estrategia está directamente alineada al objetivo?
- ¿Es clara y no ambigua?
- ¿Las tácticas son accionables?
- ¿Tienen responsables y plazos definidos?
- ¿Tienen KPIs específicos?
- ¿Los recursos necesarios están disponibles?
- ¿Es posible ejecutarlas en el corto plazo?
- ¿Se pueden explicar en menos de 3 minutos?
- ¿Todos en la empresa las entienden?
- ¿Las tácticas llevan a la estrategia y la estrategia lleva al objetivo?
Si la respuesta a cada punto es “sí”, tienes una estrategia sólida.
10. Los beneficios de dominar la diferencia entre estrategia y táctica
- Mayor claridad en la organización
- Mejor uso de recursos
- Procesos más ordenados
- Acciones enfocadas y no dispersas
- Mayor alineación entre equipos
- Mejor capacidad de medición
- Minimización de esfuerzos improductivos
- Resultados visibles en menos tiempo
- Más compromiso y motivación
- Menos frustración
Una buena estrategia da dirección.
Una buena táctica ofrece movimiento.
Juntas hacen posible la ejecución real.

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